El Niño es un fenómeno climático y oceánico; un estudio reciente prevé que este sea el más intenso de la historia, también que crezca a un ritmo más rápido.
El Niño es un fenómeno climático y oceánico, causa un aumento anormal de las temperaturas superficiales del mar, como consecuencia del cambio en el movimiento de las corrientes marinas del Pacífico oriental ecuatorial y expertos prevén sea el más intenso, te decimos por qué.
En un nuevo estudio publicado en Nature Communications, los científicos del Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico (AOML) de la NOAA investigan los cambios previstos en la evolución estacional de El Niño – Oscilación del Sur (ENSO) en el siglo XXI bajo la influencia del aumento de los gases de efecto invernadero.
El estudio revela que se prevé que los impactos climáticos globales sobre la temperatura y las precipitaciones sean más significativos y persistentes, debido a la mayor amplitud y a la mayor persistencia de El Niño en la segunda mitad del siglo XXI (2051-2100).
En la información se habla que ENSO es un patrón climático recurrente que se produce por término medio de 2 a 7 años y que implica cambios en la temperatura de la superficie del mar en el Océano Pacífico central y oriental. Afecta directamente a los patrones de precipitación en los trópicos, así como influye fuertemente en el clima de todo el mundo.
Fases de El Niño
Los episodios de El Niño pueden caracterizarse por tres fases: el inicio (el crecimiento), el pico (la madurez) y la fase de decadencia (la desaparición). La mayoría de los estudios anteriores se centran en los cambios futuros del ENSO durante la fase de apogeo. En cambio, este estudio se centra en los cambios futuros de la evolución estacional de ENSO durante las fases de inicio y decaimiento.
Las fases de inicio y decadencia tienen un impacto directo sobre el clima y los fenómenos extremos en todo el mundo, como las lluvias monzónicas, los ciclones tropicales y los brotes de tornados en los EU. Por lo tanto, existe una necesidad urgente de comprender mejor las características del ENSO bajo la influencia del aumento de los gases de efecto invernadero, y sus impactos sobre la variabilidad y la previsibilidad del clima.
El estudio reveló que se prevé que El Niño crezca a un ritmo más rápido, que persista más tiempo sobre el Pacífico oriental y que tenga impactos remotos más fuertes y distintos. Se prevé un aumento del 20% en la frecuencia de aparición de El Niño en el siglo XXI en comparación con la variabilidad natural prevista. Este hallazgo también sugiere que la influencia antropogénica en la ocurrencia de El Niño surgirá además de la variabilidad natural para 2051-2100.
A pesar de los significativos avances en meteorología de los últimos años, determinar con exactitud la intensidad y duración de El Niño sigue siendo un reto. No obstante, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), vislumbra un futuro próximo marcado por un incremento en el calentamiento global, con alta probabilidad de que se batan récords de temperaturas globales.