La Iglesia en México emitió un llamado a la sociedad para unirse en busca de soluciones que frenen el problema de las desapariciones en el país, una situación que ha superado la cifra de 112,000 casos
En su editorial dominical «Desde la Fe», el episcopado mexicano se refirió a los eventos ocurridos la semana pasada en Lagos de Moreno, Jalisco, donde miembros del crimen organizado secuestraron y posiblemente asesinaron a cinco jóvenes estudiantes. La Iglesia señaló que aunque este caso fue especialmente trágico, no es un incidente aislado.
En el transcurso de este año, se ha vuelto cada vez más común escuchar informes de personas que han perdido a sus seres queridos, destacó el episcopado. Los familiares de los desaparecidos buscan incansablemente en lugares inimaginables como canales de drenaje, basureros, acantilados, desiertos, bosques, cárceles y morgues. La mayoría de estos esfuerzos están liderados por madres de familia que se organizan en colectivos y redes de apoyo, compartiendo acciones y herramientas para ayudarse mutuamente y mantenerse fuertes en su búsqueda.
No prejuzgarlas o culpar a las víctimas
La Iglesia hizo hincapié en la importancia de no culpar a las víctimas ni prejuzgarlas, invitando a reflexionar sobre cómo se sentirían si se tratara de un ser querido propio y qué tipo de apoyo necesitarían en esa situación.
En este contexto, la Iglesia llamó a fortalecer el amor y contribuir a sanar las heridas. Argumentó que la superación de la violencia solo será posible a través de herramientas, como la oración y la educación, que capacitan para comunicarse en un lenguaje de paz.
La crisis de desapariciones en México es cada vez más preocupante, con más de 112,000 personas registradas como desaparecidas.