En respuesta a un sorpresivo ataque de Hamas, que ha dejado, cuando menos, 432 muertos y 2,900 heridos, el gobernante ordenó «limpiar» los asentamientos en los que haya terroristas infiltrados, la movilización de reservas y responder con «alcance y fuerza hasta ahora desconocidos» al enemigo: «Estamos en guerra y la ganaremos», concluyó