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Vamos a jugar ‘al Doctor’

La Semana de Concienciación sobre el Juego dentro de los Hospitales tiene como objetivo promover el juego entre los profesionales de la salud infantil

Desde el final de los años ochenta, el uso del juego dentro de los servicios de salud es una disciplina reconocida en el Reino Unido. Sin embargo, en muchos países es un concepto muy nuevo. Es así como Paulina Pérez-Duarte Mendiola, candidata a doctorado de Cambridge, espera cambiar esta situación a través de su iniciativa anual ‘Semana JIM’. A medida que se acerca la tercera edición, en noviembre, una red de profesionales ha empezado ya a transformar las experiencias hospitalarias de los niños utilizando el poder del juego.

El síndrome de Guillian-Barré es una enfermedad grave y poco frecuente que suele causar entumecimiento, debilidad y dolor; pero para una de las pacientes de Martha Mancilla era aún más debilitante.

A principios de este año, Martha, pediatra que trabaja en México, en el estado de Chiapas, trató a una niña de 14 años a la que el virus había paralizado de la cintura para abajo. La respiración de la niña se había visto comprometida, estaba conectada a un respirador artificial y la única forma que tenía de comunicarse era a través del movimiento de los ojos.

Casi intuitivamente, Martha se dio cuenta de que tenía que hacer algo diferente para ayudar a esta paciente a superar el trauma silencioso de su estancia en el hospital. La respuesta que consideró más oportuna era hacer que la experiencia fuera lo más lúdica posible.

Cuando, por ejemplo, los padres de la niña mencionaron que era una fanática del baloncesto, Martha empezó a llevarle un balón para que lo sujetara cada vez que necesitaba reducir la asistencia respiratoria. Entonces le explicaba a la niña las dificultades de aprender a respirar de nuevo de forma independiente como si fuera un partido de baloncesto, haciendo de la terapia, un juego. En otros momentos, Martha encontraba tiempo para peinarla y maquillarla, y luego sostenía un espejo para que pudiera inspeccionar los resultados.

En mayo, el virus había abandonado el cuerpo de la niña, había recuperado la fuerza en las piernas y estaba de camino a casa. Por supuesto, había sido el tratamiento médico el que lo había conseguido, pero su angustiosa experiencia en el hospital también se había visto aliviada en gran medida por el poder del juego.

“Si el juego mejora el bienestar mental y la salud… Si es lo correcto, ¿por qué no lo hacemos más?”

Martha quiso compartir esta experiencia con Paulina Pérez-Duarte, pediatra y candidata a doctorado por la Universidad de Cambridge. Desde 2021, Paulina organiza cada año una Semana de Concienciación sobre el Juego dentro de los Hospitales (conocida como «Semana JIM»), cuyo objetivo es promover una mentalidad pro-juego entre los profesionales de la salud infantil.

SEMANA JIM

Dado que la terapia basada en el juego no es habitual en el hospital de Chiapas, la Semana JIM fue importante para reafirmar la creencia de Martha de que el juego podía ayudar. «Me encanta jugar con los niños de todos modos, pero hay una justificación», dijo. «El juego mejora el bienestar mental y la salud. Cuando lo vi durante la Semana JIM, me abrió los ojos. Si es lo correcto, ¿por qué no lo hacemos más?».

La experiencia de Martha no es infrecuente. Mientras que en el Reino Unido el juego se ha ido integrando gradualmente en la atención pediátrica, respaldado por un creciente número de investigaciones, en muchos otros países es atípico. Pérez-Duarte comenzó su carrera en México, pero no fue hasta que llegó al Reino Unido para ampliar sus estudios cuando se dio cuenta de que el uso del juego en la asistencia sanitaria era un campo respetado. En la actualidad está realizando un doctorado sobre el juego en entornos sanitarios en el Centro PEDAL (Play in Education, Development and Learning), que forma parte de la Facultad de Educación de la Universidad de Cambridge.

La Semana JIM está dirigida a los profesionales de la salud hispanohablantes y es el esfuerzo de Pérez-Duarte por seguir difundiendo esta investigación. El evento anual, que se celebrará por tercera vez en noviembre, ofrece debates en línea, ideas y consejos prácticos sobre cómo incorporar el juego a la atención de la salud infantil. Las ediciones anteriores contaron con 140 participantes de países como México, Venezuela, Ecuador y España.

«Ser niño en un hospital es difícil e inquietante… el juego puede ayudarles a mantener una sensación de normalidad”

Pérez-Duarte ha hablado de una «revolución del juego y la salud» y espera desarrollar una red de profesionales afines que aboguen por un uso más amplio del juego en los entornos hospitalarios y la atención comunitaria.

«Ser niño en un hospital es difícil e inquietante», afirma. «Pero no por ello dejan de ser niños, y el juego puede ayudarles a mantener una sensación de normalidad. En muchas partes del mundo, tenemos que expander esta situación en la que el juego es defendido por algunas pocas personas. La Semana JIM es un intento de reunir estos pequeños grupos de expertos y amplificar el enfoque».

Después de dos años, la iniciativa ya está capacitando a profesionales como Martha, que reconocen instintivamente la importancia del juego, pero necesitan ayuda e inspiración para formalizar su uso en la atención pediátrica.

Otro ejemplo es Josefa López (Jóse), pediatra y algóloga (o terapeuta del dolor) mexicana, que ahora es conocida en su hospital como «la doctora que cuenta cuentos». La Semana JIM le dio confianza para llevar peluches y juguetes al trabajo, que utiliza para crear historias y juegos adecuándose a los pacientes jóvenes.

Le habló a Pérez-Duarte de una paciente llamada Ana. Ana tiene un meduloblastoma, un tipo de tumor que afecta al sistema nervioso. Cuando Jóse conoció a Ana, tenía tantos dolores que, según su madre, ya casi no se reía. Ahora, está impaciente por recibir una de sus videollamadas habituales con Jóse, porque le contará una nueva historia, probablemente acompañada de la aparición de marionetas y el repertorio de voces divertidas de Jóse.

Todo esto puede ser divertido, pero tiene un propósito serio. A través de las historias, Jóse enseña a Ana a utilizar su medicación y a controlar el dolor. «Al principio de la consulta, el dolor de un paciente puede estar en siete dentro de la escala, pero la risa que creamos hace que acabe en dos o tres», explica. «Al verlos reír, sé que todo merece la pena. Me encanta que cada vez más especialistas en salud infantil no sólo se incorporen a la práctica de la algología, sino que se especialicen en el juego en los hospitales».

“…los niños tienen magia y que el juego es la forma de sacarla y compartirla”

Sheila Pérez, pediatra en formación que también ha participado en la Semana JIM, fue capaz de transformar las experiencias de otra niña que llegó a su hospital regional gritando y preguntando por su madre. Llevó libros y juguetes a la sala, y encontró el tiempo para ver películas con la paciente por la noche. «Cuando la ingresaron en urgencias, se resistía a que la examinaran», explicó a Pérez-Duarte. «Ahora, es súper colaboradora y dice que somos amigas para siempre».

RED EMERGENTE DE PROFESIONALES

Del mismo modo, gracias a la Semana JIM, Ely Sánchez Felix, pediatra y cardióloga de Yucatán (México), ganó confianza para defender el uso de perros terapéuticos en el hospital y, más recientemente, la creación de una sala de juegos permanente. Algunos de sus colegas no estaban seguros de que esto fuera necesario, pero Ely pudo convencerlos con pruebas que había adquirido durante la semana de consientización de Pérez-Duarte. También ha contado con el apoyo constante de la Fundación Lilo México, una organización aliada de la Semana JIM.

Pérez-Duarte está planificando actualmente la edición de 2023 de la Semana JIM, que incluirá presentaciones sobre las experiencias hospitalarias, desde la perspectiva de los niños; el juego en contextos humanitarios; y el uso de métodos lúdicos para apoyar a los adolescentes con cáncer, entre otros. Cada Semana JIM parece fortalecer una red emergente de profesionales que, como Martha, Jóse, Sheila y Ely, están poniendo en marcha iniciativas lúdicas en el ámbito de la salud en lugares donde no siempre han sido la norma.

«Creo que la mayoría de los pediatras saben que, en el fondo, los niños tienen magia y que el juego es la forma de sacarla y compartirla», dijo Ely a Pérez-Duarte. «Saber que el juego no sólo es el secreto mejor guardado entre los pediatras, sino que hay gente que puede demostrarlo y estudiarlo, nos hace sentirnos apoyados y seguros. Nos anima a seguir este camino».

La Semana JIM 2023 comienza el 29 de noviembre. El programa, la información de inscripción y el material de eventos anteriores están disponibles en el sitio web del evento.

https://www.semanajim.com.mx/

(Este artículo fue publicado en THE KNOWLEDGE, la revista de la Facultad de Educación de la Universidad de Cambridge Inglaterra. Escrito por Tom Kirk y traducido al español por María Paula Palomar)

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